Situación de la pérdida y degradación de suelos en Colombia, conflictos de uso del suelo, Propiedades del
suelo y su relación con la degradación.
Existen muchos documentos que nos
ilustran y nos ponen en contexto la problemática evidente por la perdida y
degradación de los suelos en Colombia, pero cabe peguntarnos ¿Cuantos
colombianos conocemos dichos documentos, o quizá que porcentaje de la población
Colombia es consiente del impacto negativo que se está presentando y que cada
día es más severo?
Si bien nos damos cuenta y según
cifras entregadas por el Dane más del 50% de la población colombiana vivimos en
zonas urbanas, esto arribo a las grandes ciudades se presentó a medida que el
conflicto armado crecía. Podemos decir
que desde los años 90 la población se concentró en zonas urbanas, al día de hoy
se tiene una juventud de 15 a 25 años que no conoce vivo en zonas rurales, que
no tuvo la fortuna de entender como la naturaleza misma nos daba todo para subsistir
y así cuidar de ella.
De acuerdo a lo expuesto por
Camila Pinzón y Jorge Curiel Yuste en su libro El monitoreo de suelos en los
procesos de restauración ecológica, lo inventarios a nivel mundial indican que el 25% de los
suelos a nivel global han sido degradados a causa de la erosión, la
contaminación atmosférica, la agricultura y la ganadería extensiva, la
deforestación, la salinización, la urbanización
y la desertificación. De hecho,
la degradación de los suelos y la pérdida de sus servicios eco sistémicos es
uno de los problemas ambientales más serios que enfrenta el planeta”.
Según Carolina Olivera,
consultora sobre el uso sostenible de suelos de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el suelo tiene once
servicios eco sistémicos que van desde la identidad cultural hasta la parte
biótica: regulan el agua y el clima, sostienen la producción vegetal, capturan
carbono, controlan desechos y contaminantes, almacenan nutrientes y proveen el
95% de los alimentos que actualmente consumimos. “A 20 centímetros del suelo
hacia arriba empiezan las interacciones de la cadena trófica.
En el suelo se lleva a cabo las
actividades más importantes para la producción de todas las especies, son
sistemas ecológicos vivos en los que habitan una inmensa comunidad de
microorganismos, que enriquecen los suelos y que a causa del mal uso, en estos
momentos los suelos son muy pobres en dichas poblaciones.
En los suelos se cumplen los
roles más importantes para la productividad. Son sistemas ecológicos vivos en
los que habita una comunidad inmensa de microorganismos. Pero, según datos del
Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), de los casi 115 millones de hectáreas
que conforman el país, cerca del 30% (32 millones de hectáreas) presentan usos
inadecuados por parte de agricultores.
De esa cifra, el 15% corresponde
a suelos afectados por sobreutilización o por la sobrecarga de la agricultura y
la ganadería (suelos no aptos para tal fin) y el 13% restante está siendo
subutilizado (terrenos desaprovechados para su verdadera vocación). “La
agricultura y la ganadería están acabando con los suelos, y esto se debe a que
no respetamos la vocación”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, director del
IGAC.
Esas cargas y vacíos sobre el
suelo lo erosionan. De acuerdo con el primer mapa de degradación de suelos,
presentado por el Idean, el 40% de la superficie continental tiene algún grado
de erosión y el 3% presenta erosión severa, al punto que es muy difícil,
costoso y demorado recuperarlos. Tanto así que para que un centímetro de suelo
se restaure, son necesarios 100 años. Por eso “hemos llegado a la conclusión de
que el suelo es un recurso no renovable a escala humana”, aseguró Olivera.
Del total de área de ecosistemas
terrestres, el 4% se ha perdido para siempre y nunca podrá regresar a su estado
natural, y la Lista Roja de Ecosistemas Terrestres de Colombia alertó que el
22% de los ecosistemas están en peligro y 42% ha sido catalogado con afectación
mínima. Y lo peor: de los 32 departamentos que tiene el país, 24 presentan
mayor concentración de ecosistemas intervenidos que naturales.
Más que simples cifras, los datos
arrojados deberían permitir que la actividad agropecuaria y el desarrollo de
infraestructura en Colombia tengan una guía ambiental. Que así como el hombre
les metió la mano a los bosques, le meta la mano al ordenamiento del
territorio, que es, en últimas, darle espacio y tiempo a las políticas.
El problema es que, como dijo
Susana Vélez Haller, especialista en política forestal y cambio climático del
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), “nuestra planeación es muy inmediata.
La producción agrícola se da con base en la necesidad del campesino y del
productor. Pero se debe mirar la vocación de los suelos produciendo lo que
realmente pueden soportar y buscar una diversificación en la producción que
permita que los suelos se recuperen. Tenemos, por ejemplo, ganadería en suelos
que no son ganaderos porque son frágiles y por tanto la producción es baja. Si
hacemos ganadería en suelos aptos para ganadería se evitaría la deforestación
asociada a la búsqueda de nuevos espacios de producción”.
En esto coincidió la consultora
Carolina Olivera: “El ordenamiento territorial está hecho teóricamente sobre la
capacidad del suelo. El problema es que estamos equivocados en el uso del suelo
y no estamos utilizando los estudios que existen del IGAC”.
Y Camila Pizano, investigadora
del Instituto Humboldt, apuntó que “en ningún plan de ordenamiento territorial
en el país se tienen en cuenta los suelos. De hecho, nuestra planeación es tan
absurda que los mejores suelos del país, los cuales tienen la mayor vocación
agrícola, van a quedar bajo asfalto y concreto porque no hay una ley que
organice el uso del suelo y los impuestos según la vocación de los suelos”.
Tres ejemplos claros muestran
este panorama: Bogotá y Tunja en el Altiplano Cundiboyacense, Pereira, Cali, y
Armenia en el Valle del Cauca, e Ibagué en el Valle del Magdalena. “En todas
estas ciudades, donde se encuentran algunas de las mejores tierras del país,
los precios de la tierra y los impuestos son tan altos, que no hay ninguna
opción de uso del suelo viable que no sea la urbanización. Se sigue promoviendo
la urbanización de los mejores suelos del país”, dijo Pizano.
Colombia es un país de regiones.
“No se puede medir con la misma vara a la Orinoquia, a la Amazonia y a la
región Andina. Todas tienen una realidad socio ecológico, un nivel de ocupación
y un desarrollo muy distinto. Eso no se ve reflejado en las políticas de
desarrollo territorial”, aseguró Hernando García, del Humboldt.
En ese contexto, la Asamblea
General de las Naciones Unidas declaró que 2015 es el Año Internacional de los
Suelos, con el objetivo de promover una mejora de las prácticas porque la
ocupación de áreas protegidas, los conflictos de uso del suelo y la presencia
de actividades como la ganadería, la agricultura, la minería y la vivienda no
corresponden con la oferta ambiental.
Bibliografia.
Por María Paulina Baena Jaramillo
Protocolo de degradación de
suelos y tierras por erosión. MAVDT - IDEAM - IGAC, Bogotá D.C., Colombia. 225
p
Erosión Eólica.
Si comparamos los agentes que
generan algún tipo de erosión y hacemos énfasis
en el viento, podríamos imaginar que su efecto no puede generar un riesgo critico como lo puede ser en este
caso el agua, pero resulta de alto riesgo cuando este viento afecta zonas
secas, acá adquiere una importancia notable.
No es de desconocer que en estas zonas áridas el viento a llevado a la formación
de los desiertos lo cual ha constituido una superficie importante en todo el
mundo.
El viento por sí solo no genera
mucho impacto sobre el suelo o las rocas, pero si es de especial atención tener
en cuenta que al momento de que empieza a ser arrastrado partículas y va
tomando fuerza y peso, logra que el golpe contra las rocas y los suelos, se
vaya generando el tipo de erosión eólica.
Con estos definimos que la erosión
eólica se produce en zonas áridas como los desiertos y altas montañas, además
tiene características importantes como
las diferencias en temperaturas permitiendo que las rocas se partan y la erosión eólica se comporte de manera más efectiva.
Generalmente se llama desierto a
un área cuya precipitación media anual es inferior a 250 mm y donde en la
mayoría de los casos, la evaporación excede a la precipitación como resultado
de una temperatura media alta. Debido a la falta de humedad en el suelo y en la
atmosfera, los rayos del sol inciden con fuerza. Las temperaturas durante el
día pueden alcanzar los 55 °C a la sombra; durante la noche, el suelo del
desierto irradia el calor a la atmósfera y las temperaturas pueden descender
hasta el punto de congelación.
Las dunas son como montaña de
arena que se forman en los desiertos, aunque también lo hacen en el borde de
los lagos y del mar, donde los vientos son fuertes y tienden a soplar en una
sola dirección. Los campos de dunas se extienden a lo largo de miles de
kilómetros cuadrados en los desiertos del norte de áfrica, en la península
Arábica y en así central.
El viento, al mover los granos de
arena, causa el crecimiento en altura de las dunas, así como su traslado. Una
duna en crecimiento puede desplazarse hasta 30 m por año. La cara que opone al
viento es siempre más larga y menos empinada que la cara contraria.
Los depósitos de dunas antiguas
que quedan enterrados se transforman en arenisca, la cual presenta una estratificación
asimétrica, llamada estratificación cruzada, que revela la dirección del viento
que la originó.
Las formas como se hace más
efectiva la erosión eólica para su llevar a cabo su objetivo se hace de dos
formas. iniciando cuan el viento sopla y
arrastra o barre partículas principalmente en suelos secos y recubierta de
pequeñas partículas procedentes de meteorización
de rocas o depositadas en algún momento por el agua, las partículas son básicamente
el barro , la arcilla y el limo los cuales son muy fácil de remover y
transportadas en suspensión. La arena solo es movida si el viento es fuerte y
se mueve lentamente.
Abrasión eólica o Corrosión. Se
produce cuando el viento arrastra arena y polvo contra las rocas y el suelo. Se
requiere del transporte de elementos cortantes por el viento.
Las partículas en reposo. El aire
ejerce sobre una partícula en reposo tres tipos de presiones:
Una presión positiva sobre la
parte situada frente a la dirección del viento y debida a la presión dinámica
del fluido.
Una presión negativa sobre la
parte opuesta a la dirección del viento y debida a las fuerzas de viscosidad.
Una presión negativa que actúa
sobre la parte superior de la partícula y es debida a que la diferencia del
viento entre la base y la parte superior de la partícula va acompañada de una
disminución de la presión estática. Su resultante es una fuerza dirigida hacia
arriba.
La erosión eólica empieza cuando
esta fuerza es igual o superior al peso de las partículas del suelo El arrastre
de las partículas sólidas por el viento depende estrechamente de la estructura
del viento en la proximidad del suelo. El micro relieve produce movimientos en
remolino en todas las direcciones que poseen velocidades variables La fuerza y
el arrastre totales son función de la velocidad del viento y se comprende que
exista, para un suelo determinado, una velocidad umbral del viento que inicie
la erosión. Esta velocidad es función de la dimensión de las partículas, de su
densidad y de su cohesión. El movimiento de reptación. Las partículas demasiado
pesadas para ser elevadas pueden, sin embargo, ser puestas en movimiento por el
impacto de las partículas que saltan, entonces son empujadas hacia la
superficie del suelo.
El movimiento en suspensión.
Cuando una partícula en agitación choca contra el suelo, puede hacer rebotar
las partículas pulverulentas que emergiendo en la zona turbulenta, pueden
elevarse a grandes alturas por corrientes ascendentes y quedar en suspensión.
Es así como se forman las nubes de polvo que alcanzan frecuentemente alturas
del orden de 3.000 a 4.000 metros
Aporte realizado por José Quintana