PRÁCTICAS
AGRONÓMICAS DE CONSERVACIÓN DE SUELO
El
recrudecimiento de las temporadas invernales en el país ha tenido efectos
negativos sobre el sistema en que se mueve el hombre en su diario vivir,
afectando variables directas como su vivienda, alimentación, salud entre otras.
Variables que tarde o temprano romperán el equilibrio del planeta y terminan
afectando el desarrollo de todos los ámbitos de la humanidad.
Todo
esto se debe al mercado consumista de la época, nos hemos enfocado a satisfacer
las necesidades básicas sin importar los procesos y procedimientos que
utilicemos para satisfacer nuestras necesidades, causando daños irreparables en
el medio ambiente. Tala de bosques nativos, contaminación de aguas, erosión por
diversas causas como sobre pastoreo animal, malas prácticas para establecer
cultivos (quemas, aplicación de herbicidas, labranzas fuertes en pendientes
altas), emisión de gases, mal manejo de desechos de todo tipo entre otros malos
hábitos.
Los
suelos son una de las bases naturales de la vida humana y del desarrollo social
y económico, además, el suelo es un recurso natural vivo que cumple unas
funciones dentro del ecosistema como es servir de medio de soporte donde se
reciclan los nutrientes para mantener una cubierta vegetal natural específica,
y por lo tanto una biomasa, fauna y flora, y un microclima adecuado para la
vida y Desde el punto de vista socioeconómico y cultural, es un recurso natural
finito que ofrece bienes y servicios dentro de una dinámica que favorece
diferentes actividades humanas.
Es
donde se regula y almacena el agua del ciclo hídrico y en donde en conjunto se
establece una dinámica de flujo de materia y energía que identifican un
Ecosistema y los diferentes Agro - Ecosistemas. Sin embargo todo esto se ve
afectado por la desertificación que es la degradación de las tierras y de la
vegetación, la erosión de los suelos y la pérdida de la capa superficial del
suelo y de las tierras fértiles; Este problema mundial es causado
principalmente por el hombre y sus labores agrícolas y además por las
variaciones del clima como la sequía que puede desencadenar mas no agravar el
problema de desertificación.
Las
medidas de conservación agronómicas son, en lo esencial, técnicas mejoradas de
manejo de suelos, los cultivos y el ganado, que guardan estrecha relación con
las prácticas agrícolas normales, pero que están diseñadas o elegidas
especialmente para facilitar la conservación. Normalmente no son caras, y
pueden ser adoptadas con relativa facilidad por los pequeños agricultores. Sin
embargo antes de aplicar estas medidas en una nueva localidad, se debe examinar
meticulosamente su compatibilidad con los métodos agrícolas y los sistemas de
de cultivo existentes, al mismo tiempo que su eficacia posible para luchar
contra la erosión en las condiciones imperantes. En las pendientes escarpadas
de los trópicos, las medidas de conservación agronómicas deben utilizarse
conjuntamente con estructuras de conservación porque por sí solas pueden no ser
totalmente eficaces. Han demostrado que alcanzan su máxima eficacia en
pendientes suaves inferiores a 12 o 15%, pero cuando se utilizan conjuntamente
con tipos discontinuos de terrazas, por ejemplo posibilitan el cultivo sin
problemas en pendientes más escarpadas de lo que sería posible sin ellas.
Las
prácticas mecánicas son aquellas obras que se realizan con implementos
agrícolas, aditamentos especiales o mano de obra y consisten en realizar
movimientos de tierra, para disminuir el escurrimiento superficial y reducir la
erosión en terrenos con pendiente. La elección de este tipo de prácticas está
en función de la clase y uso del suelo, el valor de los terrenos por proteger y
la disponibilidad de recursos económicos. También deben considerarse aspectos
operativos y de eficiencia.
Entre
las prácticas mecánicas tenemos al surcado al contorno, las terrazas, el
surcado lister, canales de desviación y los causes empastados.
Pero
también existen algunas prácticas naturales para conservación del suelo las
cuales son:
•
Mantener la cobertura vegetal (bosques, pastos y matorrales) en las orillas de
los ríos y en las laderas. Esto implica el evitar la quema de la vegetación de
cualquier tipo en laderas. El incendiar la vegetación es un acto criminal, que
va en contra de la fertilidad del suelo; deteriora el hábitat de la fauna, y
deteriora la disponibilidad del recurso agua.
•
Reforestar las laderas empinadas y las orillas de ríos y quebradas.
•
Cultivar en surcos de contorno en las laderas y no en favor de la pendiente,
porque favorece la erosión.
•
Combinar las actividades agrícolas, pecuarias y forestales (agroforestería), y
sembrar árboles como cercos, en laderas, como rompevientos, etc.
•
Rotar cultivos, leguminosas con otros, para no empobrecer el suelo.
•
Integrar materia orgánica
ANEXOS:
fotos relacionadas con el desarrollo una de salida de campo y las situaciones
encontradas en la búsqueda de información para el trabajo del curso.
Aporte realizado Sandra Martiza Rojas
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